viernes, 26 de diciembre de 2014

un año entero

      Un año entero tiene su mecánica y sus engranajes, como la maquinaria de un reloj. Siempre imagino que entre el final de un año y el inicio de otro hay una grieta invisible pero cierta -algo semejante a la 'Línea internacional del cambio de fecha'- por donde se precipita todo cuanto excede y no fluye en el curso del tiempo. Las semanas generan contaminación, excrecencias que se acumulan y dificultan el limpio discurrir de un día para otro. Los tránsitos de las estaciones son más dificultosos y esforzados de lo que parece, como si la fuerza de arrastre requerida para tirar del carro, para llevar el otoño al invierno, resultase cada vez mayor. Por eso se hace tan necesaria esa grieta entre un año y otro por donde pasa el viento; a ella van a parar todas las barreduras, el tamo de las horas, lo que queda del día detrás de las puertas, debajo de la cama, en el fondo de los bolsillos. Restos de conversaciones, deshilachados pensamientos, pasos perdidos, palabras de más... Todo cuanto no arde en el crepúsculo ni se desvanece al amanecer requiere de una grieta abierta al vacío, un pozo sin fondo que acoja los excedentes del tiempo, el aire viciado de las habitaciones y los días, la sucesivas camisas que va dejando en la hierba la serpiente. Toda esa broza acumulada, esos desperdicios, no pueden salir del año gastado y entrar como un fardo, una herencia, en el nuevo año intacto. Eso no puede ser. No es de recibo. Es preciso  hacer limpieza, aligerar el peso de la tarde, desprenderse de los periódicos atrasados y de las horas muertas o estancadas. El camión de la basura no acepta ni recoge todo eso; las plantas de tratamiento de residuos, tampoco. Solo el resquebrajamiento que parte en dos el mundo, esa grieta que se abre en el aire, en la conciencia, entre dos luces..., solo eso hace posible que pasemos de un año a otro con ligereza, y que las agujas y engranajes del reloj funcionen limpiamente desde el primer segundo. ¡Aaah, ingresar en el nuevo año, en el primer día de enero no estrenado! Hay que soltar lastre, sí, hay que hacer lo posible para no desmerecer las primeras estrellas.

7 comentarios:

  1. La vida cabe en un soneto, decía el Poeta
    Que quieres que te diga: soltar lo necesario, limpiar lo justo ... el exceso de asepsis provoca lo que llamo "efecto burbuja" ... ni te ven ni te tocan ¿puede gustarle, o estar cómodo, alguien siendo invisible? No se, no se ...
    Particularmente, y llegado a este punto, soy lo que soy gracias a los lastres y bendiciones anuales, así que me niego a renunciar a nada.
    Con perdón de los presentes ... Feliz Año a TODOS.

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    1. Luis, uno siempre regresa a Don Antonio Machado y acepta aquel consejo imapagable de caminar ligero de equipaje. Cada paso del tiempo no es más que un ejercicio de limpia y poda para que el tronco nuevo salga a la mañana sin tamo ni hojarasca... Feliz año, poeta, y mis mejores deseos en los meses venideros, que deseo y realidad sean la misma cosa.

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    2. Nada de excesos de asepsia, María: solo aquello que sea conveniente o necesario.Además, se desprende ello por sí mismo. Feliz año. Un abrazo.

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    3. Gracias por tus buenos deseos, José Luis, y feliz año ligero también para ti. Un abrazo.

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    4. Me encanta lo del "limpia y poda" que dice José Luís. Amanecer nueva "sin tamo ni hojarasca", con la balija vacía, dispuesta a acoger todo lo lo flamante y lozano que yo quiera añadir a mi vida...Uff!! Sentirme fresca y ajena... Será divertido y magnífico.
      En el cambio de año, al pasar la grieta de la que hablas... Mudaré, me transformaré... Quemaré en el crepusculo todo lo que pueda... Buen año nuevo, amigos, amigas.

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  2. Tan saludable me parece que he decidido seguir tus consejos.
    Atrás dejaré todo lo feo. " Pa fuera telarañas...". Intentaré empezar el año limpia de polvo y paja.
    Atrás dejaré todo lo malo. Esas relaciones tóxicas que ahogan la existencia propia y la de los que te rodean.
    Atrás dejaré todo lo sucio. Empezaré Enero de un blanco inmaculado, sin pensamientos ni deseos impuros. Claro que ya iré acumulando otros a lo largo y ancho del 2015. Pero visto desde tu prisma, volveré a soltar lastre en el 2016. Y así sucesivamente, año tras año, será un nacer y renacer.
    Atrás dejaré todo lo feo, malo y sucio. Así terminaré cada año, así empezaré cada año.
    Feliz Año Nuevo.
    Te sigo.

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    1. Pues no parece mala esa idea, no. Feliz 2015, querida anónima.

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