viernes, 21 de marzo de 2014

cita a las 14.30

     Por poner un ejemplo: hoy he quedado a comer con una amiga que mañana cumple años. Lo hacemos así cada primavera. Pero, ¿cómo empezó todo? ¿Qué nos ha traído hasta aquí? Con un poco de paciencia y buena memoria podríamos dibujar el recorrido, reconstruir la cartografía de ese itinerario que se ha ido creando casi por su cuenta. Para ello habría que remontarse en el tiempo y seguir los pasos de lo sucedido. Pero, además, y sobre todo, habría que poner en relación las causas y los efectos, que a su vez son causas de nuevos efectos resultantes. Porque esa es la mecánica: todo es consecuencia, en parte, de lo anterior y da origen a lo que vendrá después; lo que varía en cada caso es el ritmo, la intensidad, la frecuencia. Las amistades, como los amores y las relaciones intermedias, están hechas de momentos y regalos, libros y conversaciones, silencios y sonrisas, 'acordes y desacuerdos'. Y también, cómo no, de una buena dosis del ingobernable azar. A veces todo empieza por un feliz malentendido, o por una copa que cae al suelo en medio de la fiesta y deja una conversación interrumpida, y altera el curso de los acontecimientos. Sí, a veces basta con llegar unos minutos antes o después de lo acordado para que dé comienzo una película distinta que no estaba en el programa. ¿Cuántas variables han intervenido para que cada uno sea quien es a día de hoy? ¿Cuántos millones de datos, hechos, certezas, dudas, influencias? Sabemos que para que Ángel González se llamara Ángel González "fue necesario un ancho espacio / y un largo tiempo." Pues bien, para que yo haya quedado hoy a comer a las 14.30 han sido necesarios (solo por mi parte) 17 domicilios, 8 agencias de publicidad, 56 entradas en este blog y 500 en otro, varios libros de poemas, una novela no declarada (porque toda celebrity que se precie ha de tener un hijo secreto de al menos 300 páginas), así como algunas canas, dos docenas y pico de corbatas que no me pongo, 136 amigos en facebook, 2,7 dioptrías, 50 y tantos años. En fin, números cantan. No sé si esa buena amiga con la que estoy citado leerá este post a lo largo de la mañana, pero, por si lo hiciera, la felicito aquí anticipadamente. Y ya de paso, le agradezco el buen rato que vamos a compartir, la charla, el vino, las bromas, la sobremesa y el paseo que, casi con toda seguridad, daremos después. Puede que en algún momento le regale esta frase leída hace pocos días en una marquesina de Valladolid: "La creatividad es la inteligencia divirtiéndose." Sí, hoy hace un buen día nublado de primavera.

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